Todos tenemos dos caminos para elegir: el bien y el mal.

Y aunque la mayoría de nosotros escogemos el bien, nos faltan fuerzas para llevar adelante nuestra elección. Acabamos haciendo lo que nos puede dar placer por unos minutos, horas... sabiendo que lo que vendrá después será lo que podíamos haber evitado si hubiéramos llevado adelante el bien...